
Por Nano Cara
Sec. Gral. JPLNUna extraordinaria sensación recorre las venas de los miles de jóvenes que asistimos el pasado martes a dar nuestro presente en el mítico Luna Park, frente a los conductores del movimiento nacional, Néstor y Cristina. Es la certeza de estar en el umbral de la historia, entrando como protagonistas hacedores de un porvenir de libertad, de soberanía y de justicia, para todos lo argentinos.
Son esas mismas banderas las que movilizaron a la mayor parte de la juventud, quienes principios de los años 70 se organizaba masivamente para lograr el retorno del General Perón y junto a él, conquistar al sueño de un país más justo e igualitario.
Aquella generación que empezaba a cambiar la historia, sufrió en carne propia el odio y el revanchismo de los sectores oligárquicos, quienes con la compicidad de los diarios Clarín , La Nación, La Razón y la obsecuencia del aparato represivo del estado, tramaron el régimen disciplinador y dictatorial de 1976.
"La noche de los lápices", gestada en las oficinas de inteligencia de la dictadura, es en la memoria popular, uno de los hechos más trágicos de esos años. Mucho se ha dicho sobre el tema desde aquel 16 de septiembre hasta esta parte; y mucho es lo que ha cambiado en estos años.
Las primeras interpretaciones post-dictadura fueron engañosas, ya que intentaron acotar las verdaderas razones por las cuales, jóvenes militantes en su mayoría de la UES, fueron secuestrados. Estas planteban, la demanda por el boleto estudiantil, como la única razón, ocultando así la militancia política de aquellos compañeros dentro el peronismo, movimiento al cual vinieron a destruir en todas sus expresiones para granizar el status quo dominante.
El enorme deterioro en todas las conquistas de los años siguientes, hizo de la conmemoración de esta fecha un punto más dentro de las batallas libradas por conquistar la memoria, a fin de homenajear a los compañeros de la mejor manera, conquistando aquellas utopías.
Hoy a 34 años de esa oscura noche, los jóvenes asistimos a un país, en que la acción política vuelve a ser un eje convocante, y más aun, son las distintas agrupaciones juveniles del peronismo, quienes vienen defendiendo a este gobierno, de los buscan retornar a un pasado en beneficios para unos pocos. Hay muchas conquistas populares que se han llevado a cabo y la mejora en la calidad de vida del pueblo merece nuestro mayor esfuerzo. Ese es el mejor homenaje que podemos brindar a nuestros compañeros desaparecidos, en esta nueva hora del pueblo.
Es por esto último, que miles de jóvenes se organizan en los distintos agrupamientos de la Juventud Sindical, la JUP, la UES, la JP y demas organizaciones del arco Nacional y Popular.
Nos llena de orgullo escuchar a la compañera presidenta, definirse como una "militante peronista", y que en un estadio repleto de miles de jóvenes movilizados y concientizados, distinga desde el palco, el rostro de aquellos compañeros que ya no están. Es por eso que junto a ella, la Juventud Peronista está "construyendo el país que ellos soñaron".
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