Era la madrugada del 10 Octubre, el silencio cortaba el aire de la Plaza de los Dos Congresos, los segundos fueron interminables, hasta ver reflejado en aquella pantalla los 44 afirmativos contra 24 negativos. Cuantas cosas nos pasaron por la mente, pero la felicidad fue más, la libertad nos invadió, en un instante nuestras miradas, nuestros abrazos se encontraron, y como dijo alguna vez Leopoldo Marechal “Vi, reconocí, y amé los miles de rostros que la integraban no había rencor en ellos, sino alegría…[…] Era la Argentina "invisible" que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas, y que no bien las conocieron les dieron la espalda.”
Asistimos Hoy, al inicio de un cambio profundo en todos los medios de comunicación audiovisual, para que nadie se arrogue el derecho de discriminar qué, cómo, cuando y quién debe ver sucesos periodísticos, ni tampoco pueda deformar la realidad en beneficio de unos pocos...
Porque lo Octubres, parecieran ser gloriosos, como si nos desprendiéramos de las cadenas que nos oprimen, como si despertáramos de un largo sueño, estamos más convencidos que nunca que este es el camino, y que la Argentina verdaderamente Libre, Justa y Soberana… no es una utopía… sino una cercana realidad.
Asistimos Hoy, al inicio de un cambio profundo en todos los medios de comunicación audiovisual, para que nadie se arrogue el derecho de discriminar qué, cómo, cuando y quién debe ver sucesos periodísticos, ni tampoco pueda deformar la realidad en beneficio de unos pocos...
Porque lo Octubres, parecieran ser gloriosos, como si nos desprendiéramos de las cadenas que nos oprimen, como si despertáramos de un largo sueño, estamos más convencidos que nunca que este es el camino, y que la Argentina verdaderamente Libre, Justa y Soberana… no es una utopía… sino una cercana realidad.
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